Viviana Marton nació en Tenerife hace 18 años, pero su camino hacia la gloria olímpica la llevó a representar a Hungría, no a España. Creciendo entrenando taekwondo en el Club Hankuk en Madrid, junto a su hermana gemela Luana, ambas encontraron el éxito en el escenario internacional para Hungría. Su decisión de competir bajo la bandera húngara a pesar de su profunda conexión con las Islas Canarias dejó a muchos seguidores desconcertados.
Conocidas como las ‘Gemelas Doradas’, tenían sueños de competir por España en los Juegos Olímpicos. A pesar de su talento extraordinario y el potencial reconocido por sus entrenadores, la oportunidad nunca se materializó. En cambio, Hungría las recibió con los brazos abiertos, brindando apoyo y oportunidades que finalmente las llevaron al triunfo olímpico.
Sus entrenadores, Ramal y Suvi Mikkonen, vieron el potencial de las gemelas durante una sesión de entrenamiento en Tenerife y supieron de inmediato que debían guiarlas en su camino hacia el éxito en Madrid. Con el apoyo de su familia, las gemelas se mudaron a la capital española y se dedicaron a sus carreras de taekwondo bajo la guía de los entrenadores.
Viviana Marton emergió como una fuerza dominante en su categoría de peso, con un impresionante récord del 89% de victorias en 166 combates a lo largo de 56 torneos. Su viaje culminó con el oro olímpico en París con tan solo 18 años, marcando un logro histórico para el taekwondo húngaro. Mientras que su compañera de equipo Adriana Cerezo enfrentó la decepción en París, el triunfo de Viviana brilló intensamente, añadiendo otro capítulo a la historia de las ‘Gemelas Doradas’.